domingo, 8 de abril de 2018

Plomo

Se empieza a utilizar, aproximadamente, en el año 5000 a.C., adquiriendo gran importancia durante el periodo romano y a partir del siglo XIX. El mineral de plomo más empleado es la galena, que está compuesta de sulfuro de plomo (imágen inferior).


El plomo posee las siguientes características:

• Es muy maleable y blando.
• De color grisáceo-blanco muy brillante cuando está recién cortado. Se oxida con facilidad, formando una capa de carbonato básico que lo autoprotege.
• Resiste bien a los ácidos clorhídrico y sulfúrico, pero es atacado por el ácido nítrico y el vapor de azufre.



Por su capacidad de resistir bien a los agentes atmosféricos y químicos, el plomo tiene
multitud de aplicaciones, tanto en estado puro como formando aleaciones. Las más
importantes son:

En estado puro:

– Óxido de plomo. Usado para fabricar pinturas al minio (antioxidantes).
– Tuberías. Está prácticamente en desuso.
– Recubrimiento de baterías, protección de radiaciones nucleares (rayos X), etcétera.

Formando aleación:

– Soldadura blanda, a base de plomo y estaño, empleado como material de aportación.




La obtención del plomo consta básicamente de cuatro fases: enriquecimiento, oxidación de
los sulfuros, reducción del monóxido de plomo y afinado del plomo (tabla inferior).