Es conocido desde la más remota antigüedad, pero no se consiguió aislarlo de otros elementos, por lo que no se obtuvo en estado puro hasta el siglo XVII. Los minerales más empleados en la extracción del cinc son la blenda (1ª imagen) y la calamina (2ªimagen).
El cinc posee, fundamentalmente, las siguientes características:
• Es muy resistente a la oxidación y corrosión en el aire y en el agua, pero poco resistente al ataque de ácidos y sales.
• Tiene el mayor coeficiente de dilatación térmica de todos los metales.
• A temperatura ambiente es quebradizo, pero entre 100 y 150 °C es muy maleable.
Al igual que ocurría con el cobre, dependiendo de la concentración del mineral de cinc se emplean dos procedimientos de obtención: vía seca (concentraciones mayores del 10 %) y vía húmeda (concentraciones inferiores al 10 %) (véanse la primera y segunda imagen respectivamente, respectivamente).
Las presentaciones comerciales del cinc más usuales suelen ser las siguientes: en forma de aleación, en estado puro (láminas o chapas de diferente espesor), como recubrimiento de piezas de metal y en forma de óxido.
lunes, 8 de abril de 2019
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